Características del dolor visceral
1-Originado en las vísceras
y peritoneo visceral
2-Localización difusa
3-Carácter sordo
4-Sensaciones
referidas
5-No se circunscribe
al área de irritación
Características del dolor parietal
1-originado en las
estructuras de la pared abdominal y peritoneo parietal
2-Bien localizado
3-Constante
4-Agudo
5-Circunscrito al
área de irritación
Mecanismos productores de dolor abdominal
En
el abdomen existe una serie de terminaciones libres o receptores del dolor
situados específicamente tanto en el músculo liso de las vísceras huecas
(vesícula y vías biliares, intestino, vejiga y uréteres), como en la cápsula de
algunas vísceras sólidas (hígado, bazo y riñones), el peritoneo parietal y el
mesenterio. Estos receptores responden tanto a estímulos mecánicos, como
químicos. En contraste, los receptores existentes en la mucosa de las vísceras
huecas únicamente responden a estímulos químicos. Otras estructuras como el peritoneo
visceral o el epiplón, carecen de receptores, lo que explica la insensibilidad
de estas estructuras.
El dolor abdominal
reproduce por los siguientes mecanismos:
- Trauma
- Distensión de la pared abdominal
o la cápsula de los órganos intraabdominales.
- Tracción
de la raíz del mesenterio.
- Hipermotilidad
intestinal o peristaltismo de
lucha.
- Irritación
peritoneal por procesos
inflamatorio, quirúrgico o isquémico
Distensión o estiramiento
Representa el principal mecanismo implicado en
la nocicepción visceral. Puede tratarse de la distensión de una víscera hueca,
como ocurre en el cólico hepático o renal o de la contracción vigorosa del
músculo liso, tal como sucede en la obstrucción intestinal. Finalmente puede
tratarse del estiramiento o tracción del peritoneo o la distensión de las
cápsulas que envuelven las vísceras sólidas. Así ocurre en el hígado turgente y
congestivo de la trombosis de las venas suprahepáticas que acompaña al síndrome
de Budd-Chiari.
Inflamación o isquemia
Tanto
la inflamación como la isquemia pueden producir dolor abdominal por diversos
mecanismos. Estos incluyen la liberación de mediadores como serotonina,
bradiquinina, histamina, sustancia P y prostaglandinas que actúan directamente
sobre el sistema nociceptivo, así como cambios en la temperatura y pH
(asociados al metabolismo anaerobio en el caso de la isquemia). A su vez, ambos
fenómenos (isquemia e inflamación) son capaces de disminuir el umbral del dolor
aumentando la intensidad de percepción.
Bases neurológicas del dolor abdominal
En
presencia de un estímulo adecuado se produce la activación de las terminaciones
libres específicas –receptores del dolor, que forman parte de lo que se
denomina “primera neurona”. Su cuerpo celular se sitúa en los ganglios de las
raíces dorsales existentes en los agujeros vertebrales. La señal generada se
transmite hasta la “segunda neurona” situada en el asta posterior medular, cuyo
axón cruza al lado opuesto de la médula para constituir el haz espinotalámico.
Este último establece conexión con la “tercera neurona” a nivel del tálamo.
Desde allí, los axones se proyectan hacia la corteza somatosensorial
permitiendo la percepción del estímulo y sus características: localización,
intensidad y carácter. El aspecto emocional del dolor ocurre como consecuencia
de las conexiones establecidas entre las neuronas talámicas, el córtex frontal
y el sistema límbico.
Fuente Bibliográfica:
http://tratado.uninet.edu/c030106.html
*http://www.manualgastro.es/manualgastro/ctl_servlet?_f=2&id=4297
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